Un sentir meticuloso, tierno como el rostro pálido : una figura de mármol.
Aun lejana de un campo real, observa.
Admira cada respiro proveniente de tu cuerpo ,el cual, quisiera subrayar con gotas insaciables de una coba, hacer contacto exaltado a través de sus ojos color jaspe.
Arrojar un ósculo entrañable y palpar el céfiro con que se encubre el anhelo indescifrable ,aderezar esa adoración con la que la efigie contempla tu rostro dulce, tus manos invictas; dentro de su cuerpo estático con el que cavila su deseo.
lunes, 5 de octubre de 2009
Tenerte cerca
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