Estaba ahí, expuesto ante todo,incapaz de moverse, pues lo miraba tan intenso que por ese momento quedo paralizado, su piel tan suave y delicada,me daban ganas de morderlo despacio entre mis dientes y sentir como intentaba salir de mis manos.Cada momento de distracción, lo ocupaba en recorrerlo con mi mirada, desvestirlo, quería poseerlo, que fuera mio con cada roce de su dulce figura. Deseaba correr y tomarlo sin que nadie nos viera , sin que nada nos obstruyera el momento en que iba a recorrer mi lengua sobre su mástil, expuesto ante mis ojos con naturalidad.Tenia el antojo y sentía lujuria por posar mis yemas, llevarlo conmigo a pecar siete veces, a sentirlo entero dentro de mi, en silencio y suave. Obligar a que sus aguas entraran y me bañaran una vez mas con su frescura. Perdí la razón...
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